Lesión de la médula espinal (LME): control del dolor

29.06.2014 23:56

 

El dolor es un problema común en una lesión de la médula espinal. El dolor, si no se controla, puede limitar sus actividades y reducir su calidad de vida. Aunque no es buena idea concentrarse en el dolor, preste atención cuando sienta malestar. Revise sus extremidades y pruebe a cambiar de postura para ver si nota algún alivio. El dolor puede ser una indicación de que hay algo que no va bien. Si nota un cambio en el nivel de dolor que siente, es importante que avise a su equipo de atención médica para que le sugieran cambios en su plan de tratamiento según sea necesario. También podrán enseñarle técnicas para ayudarle a lidiar con el dolor. Manejar el dolor de la mejor manera posible le ayudará a mantenerse activo y a optimizar el cuidado de su salud.

Tipos de dolor después de una lesión de la médula espinal

Con una lesión de la médula espinal, es probable que tenga ciertos tipos de dolor, entre ellos los siguientes:

  • Dolor de los nervios dañados. Este dolor suele sentirse en el sitio de la lesión o en la zona alrededor o debajo de la misma, y puede causar insensibilidad, hormigueo, escozor o un dolor agudo y punzante.

  • Dolor de la médula espinal o el cerebro. Este dolor se siente debajo del nivel de la lesión e incluye las zonas donde hay reducción o ausencia de la sensibilidad. El dolor puede sentirse como una sensación de escozor, hormigueo, congelación o una breve sacudida o descarga.

  • Dolor en los músculos, las articulaciones o los huesos. Este tipo de dolor puede ser consecuencia de daños físicos en el momento de la lesión, desgaste o desgarros causados por el envejecimiento o la artritis, o sobreuso de los músculos. Puede tratarse de un dolor sordo o palpitante. También es posible que tenga inflamación o espasmos musculares.

  • Dolor de los órganos internos. Este dolor puede sentirse en el abdomen o en el pecho, y su causa suelen ser los problemas de estómago, de la vesícula biliar o de los intestinos. Es posible que tenga síntomas como cólicos, hinchazón abdominal o estreñimiento.

Tratamiento del dolor

El dolor puede y debe tratarse. Informe a su proveedor de atención médica de cualquier dolor que tenga y colabore con su equipo para tratar de encontrar maneras de controlar su dolor y buscar un equilibrio adecuado entre las ventajas del alivio y los efectos secundarios. Las opciones más adecuadas para usted dependerán del tipo, gravedad y causa de su dolor, y pueden consistir en:

  • Medicamentos tales como los antiinflamatorios no esteroides, los relajantes musculares, anticonvulsivos, antidepresivos y narcóticos (opioides)

  • Fisioterapia, terapia ocupacional, ejercicio, evaluación para el uso de silla de ruedas y modificación de las actividades

  • Tratamientos de estimulación, como estimulación transcutánea de los nervios (TENS por sus iniciales en inglés)

  • Cirugía, como la colocación de una bomba en la médula espinal para administrar medicamentos contra el dolor

Muchas personas con lesión de la médula espinal indican que algunos de los siguientes tratamientos les han resultado útiles:

  • Relajación y meditación

  • Distracción, visualización y actitud positiva

  • Control del calor

  • Acupuntura

  • Biorretroalimentación

  • Hipnosis

Para vivir bien

Además de los tratamientos ya mencionados, mantenerse en buena salud puede ayudar a reducir el riesgo de otros problemas y hacer más llevadero el dolor. Siga los consejos que le hayan dado respecto a la dieta y el ejercicio. Asegúrese de dormir las horas necesarias. Limite los malos hábitos como el consumo de alcohol y tabaco. Asegúrese también de hacer visitas periódicas de control a su equipo de atención médica, cuya función es ayudarle a llevar una vida sana.

Fuente: www.geisinger.kramesonline.com